Alemania se negó a que Israel participase en una hipotética misión de rescate y se negó también a que interviniese el ejército, dejando a policías de experiencia limitada la misión de reducir a los terroristas.
Los policías carecían de rifles de precisión ni de visión nocturna, ni tampoco de radios para coordinar su fuego. Cuando éste se inició el tiroteo acabó con todos los rehenes asesinados hasta un total de 17 muertos incluyendo secuestradores y policías.
Desde un primer momento, el COI tuvo una actitud ambigua hacia este acto terrorista. En el memorial que se realizó al día siguiente de la masacre el presidente del COI no citó en ningún momento a los deportistas asesinados limitándose a elogiar "la fuerza del movimiento olímpico". Tampoco le preocupó que durante el acto las naciones árabes exigiesen que sus banderas no ondeasen a media asta, como muestra de desprecio hacia las víctimas. Posteriormente se pidió al COI un monumento permanente a los asesinados, pero éste se negó alegando que cualquier referencia explícita a las víctimas "podía enojar a parte de la familia olímpica".
En 2012 se ha solicitado al COI un minuto de silencio durante los actos de los Juegos de 2012, petición que cuenta con el respaldo de casi 44.000 personas, pero la respuesta de los responsables olímpicos ha sido negativa.
Documental de la serie "Segundos Catastróficos" en el que se analiza el cúmulo de errores (¿deliberados?) que tuvieron lugar el fatídico 5 de septiembre de 1972 y que culminaron con los once secuestrados israelíes asesinados.
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