---------------Transcripción----------
El 28 de Iyar, el pueblo judío da gracias a Dios por la liberación y unificación de Jerusalén, su capital eterna, que tuvo lugar el tercer día de la Guerra de los Seis Días, el 7 de junio de 1967.
Emisión en directo de la Radio Voz de Israel:
Mordechai Twersky informando desde Jerusalén:
“Lo que están a punto de oír es tal vez una de las grabaciones más fascinantes de la historia moderna de Israel. Me refiero a los sonidos de las Fuerzas de Defensa de Israel entrando y liberando la Ciudad Vieja de Jerusalén y el Muro de las Lamentaciones el 7 de junio de 1967. Oyen ustedes los sonidos de disparos. Oyen los pasos de los soldados israelíes, acercándose más y más a medida que el general Uzi Narkiss les da instrucciones y pide que se presenten donde se encuentra el Muro de las Lamentaciones. Oímos a un triunfante general de brigada Shlomo Goren, que más tarde sería rabino jefe de Israel, recitar la oración conmemorativa, y el sonido del shofar, al tiempo que los soldados israelíes lloran por sus camaradas muertos en combate.
Escuchen atentamente este trozo de historia:
Coronel Motta Gur [por el altavoz]: A todos los comandantes de compañía, en este mismo momento nos encontramos en las colinas y vemos la Ciudad Vieja. Dentro de poco iremos a la Ciudad Vieja de Jerusalén, con la que han soñado todas las generaciones. Seremos los primeros en entrar en la Ciudad Vieja. Los tanques de Eitan avanzarán por la izquierda y entrarán por la Puerta del León. La última reunión será en la plaza abierta que está encima.
[La plaza abierta es el Monte del Templo]
[Sonido de aplausos de los soldados]
Yossi Ronen: Ahora caminamos por las principales calles de Jerusalén hacia la Ciudad Vieja. La cabecera de nuestras fuerzas está a punto de entrar en la Ciudad Vieja. [Disparos]
Yossi Ronen: Todavía hay disparos desde todas las direcciones; estamos avanzando hacia la entrada de la Ciudad Vieja.
[Sonidos de disparos y pasos de soldados]
[Gritos de los comandantes a los soldados]
[Más pasos de soldados]
Los soldados guardan una distancia de aproximadamente cinco metros entre ellos. Todavía es peligroso caminar por allí; aún hay francotiradores disparando acá y allá.
[Disparos]
Nos mandan detenernos. Avanzamos hacia la ladera del monte. A nuestra izquierda está el Monte de los Olivos. Ahora nos encontramos en la Ciudad Vieja enfrente de la iglesia rusa. Justo ahora bajo la cabeza. Corremos cerca de la ladera. Podemos ver los muros de piedra. Todavía nos disparan. Los tanques israelíes están a la entrada de la Ciudad Vieja, y vamos adelante, por la Puerta del León. Yo estoy con la primera unidad que entra en la Ciudad Vieja. Hay un autobús jordano cerca de mí, completamente quemado. Hace mucho calor aquí. Estamos a punto de entrar en la misma Ciudad Vieja. Nos encontramos bajo la Puerta del León. La Puerta está a punto de venirse abajo, probablemente como consecuencia del bombardeo. Los soldados se ponen a cubierto cerca de las palmeras. Yo también estoy cerca de uno de los árboles. Entramos más y más en la Ciudad. [Disparos]
El coronel Motta Gur anuncia por el inalámbrico: ¡El Monte del Templo está en nuestras manos! Repito: ¡el Monte del Templo está en nuestras manos!
¡Todas las fuerzas, dejen de disparar! Ésta es la Sala de Operaciones de David. ¡Todas las fuerzas, dejen de disparar! Repito: ¡todas las fuerzas, dejen de disparar! Ha terminado.
Aquí el comandante ocho-nueve, ¿habla Motta? Ha terminado. [Respuesta inaudible de Motta Gur por en inalámbrico]
Uzi Narkiss: Motta, no hay nadie como usted. Está cerca de la mezquita de Omar.
Yossi Ronen: Estoy entrando rápido por la Puerta del León camino de la Ciudad Vieja.
Orden por el inalábrico: Registren la zona, destruyan todos los focos de resistencia y asegúrense de entrar en todos los edificios, especialmente los lugares sagrados.
[El teniente coronel Uzi Eilam toca el shofar. Los soldados cantan “Jerusalén de oro”]
Uzi Narkiss: Dígame, ¿dónde está el Muro de las Lamentaciones? ¿Cómo llegamos allí?
Yossi Ronen: Ahora mismo estoy bajando los escalones hacia el Muro de las Lamentaciones. No soy un hombre religioso, nunca lo he sido, pero este es el Muro de las Lamentaciones y estoy tocando las piedras del Muro de las Lamentaciones.
Soldados [recitando la bendición ‘Shehechianu’: Bendito eres Tú Señor Rey del Universo, que nos has sostenido y guardado y nos has traído a este día.
Rabino Shlomo Goren: Bendito eres Tú, que confortas a Sion y construyes Jerusalén.
Soldados: ¡Amén! [Los soldados cantan “Hatikva” cerca del Muro de las Lamentaciones]
Rabino Goren: Ahora vamos a recitar la oración por los soldados caídos en esta guerra contra todos los enemigos de Israel: [Soldados llorando]
Dios misericordioso en el cielo, que nuestros héroes y los puros estén bajo tus divinas alas, entre los santos y los puros que brillan con tanta luz como el cielo, y las almas de los soldados del ejército de Israel que cayeron en esta guerra contra los enemigos de Israel, que cayeron por lealtad a Dios y la tierra de Israel, que cayeron por la liberación del Templo, el Monte del Templo, el Muro de las Lamentaciones y Jerusalén, la ciudad del Señor. Que su lugar de descanso sea el paraíso. Oh, Misericordioso, guarda sus almas vivas por siempre bajo Tus alas protectoras. Que el Señor sea su herencia, que descansen en paz, porque descansarán y se levantarán de su lugar de reposo al final de los días, y digamos amén] [Los soldados están llorando. El rabino Goren toca el shofar. Sonido de disparos al fondo]
Rabino Goren: Le-shana HA-ZOT be-Yerushalayim ha-b’nuya, be Yerushalayin ha-atika! [¡Este año un Jerusalén reconstruido! ¡En el Jerusalén de lo viejo!]
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